El infierno en fuga

A los diecisiete me fui de aquel infierno sin pecado donde me crié, a orillas del Paraná. Cuando me despedía, alguien me murmuró al oído: “Si te vas no intentes volver. Apenas salgas a la ruta, ya no habrá a dónde volver”.
Apenas un par de años después, un verano, volví. La advertencia era exacta. Con el bolso al hombro bajé del colectivo en una ciudad completamente ajena, verde e hirviente. Por la tarde caminé de punta a punta, avenida por avenida, buscando direcciones conocidas, rostros entrañables. No estaban ahí. No quedaba nadie. No quedaba nada más que el calor.
Al anochecer, perdida y ensordecida por las chicharras, al fin levanté la vista y miré a mi alrededor. El cielo era amenazante y la ciudad desconocida estaba teñida de rojo por los chivatos en flor. Las veredas estaban bañadas por enormes charcos sangrientos y rebalosos que formaban las flores pisoteadas.
Llegué a casa de mis padre ya de noche, agotada y extraña, buscando refugio. Llovía pero no era lluvia lo que caía, era agua hirviente. Mi madre me esperaba con un dormitorio preparado. Dejé el bolso y me sequé el pelo con una toalla. Los ventiladores giraban y los espirales ardían hacía horas. La cama estaba abierta. Mientras me desvestía noté que las sábanas parecían cubiertas por una especie de pelusa gris. Me acerqué. Sentí una punzada amarga al descubrir una infinidad inconcebible de mosquitos muertos en la cama.
Es evidente: No hay a dónde volver.

10 comentarios:

Bob Chow dijo...

Partiendo de la base que no tengo credenciales para criticar, digo bien, bien z. Le sacaría la moraleja maricona a lo Cortázar "no hay donde volver" etc. Mentira se puede volver un tocazo de veces, revolver, etc.

Si me gustó lo de las chicharras nocturnas [¿es posible?] y los mosquitos en las sábanas [me recuerda a la cabeza de caballo en El Padrino].

Me he imaginado al acercamiento o la entrada a la muerte con ruido de chicharras, generalmente en un avión del 70 [un BAC 111 o un Comet de Austral o Aerolíneas] en un contexto de cielo azul radiante. Las aeromozas siguen sirviendo.

pequeño ofidio dijo...

Todo es cierto. Y te juro por dios que en esa ciudad no quedó nada a dónde volver... Así y todo recozco la mariconeada. ¡odio a cortazar!

pequeño ofidio dijo...

Muy fílmico tu acercamiento a la muerte. Veo que das el cielo por sentado: ¡Bién! A mí se me aparece el infierno... ¿me habré portado mal? (jé)

Bob Chow dijo...

Claro que te portaste mal :)

Es como vos decis, la muerte con chicharras la escribí en dos guiones de cine [me queda grande la palabra cine, pensemos mejor en el concepto de "pajas mentales"] , "El Juego de Alfileres" y "Demasiado Bienvenida" que la mandé al concurso de guiones de Metrovías, [no me llamaron aun para decir que había ganado :)]

Esta bien, esos pueblos siempre están representados como el Infierno, ?entonces Capital Federal [donde vivo] que sería? ¿El Quemainfiernos? ]¿Dónde vivis?

Bob Chow dijo...

No doy el Cielo [como se lo representan las religiones] por sentado. ¡Doy la muerte por sentada!
Es muy probable que cuando muramos la mente tenga preparada una peli tranquilizadora [como a las vacas que les muestran un campo verde para que la carne no se estropee cuando las masacran] basada en la primera imagen de recien nacidos -un túnel, luz y caritas benevolentes- . Esto explicaría los informes del Dr. Moody [de gente que muere, ve cosas y vuelve].

Imagino en todo caso la desintegración del self como máximo encuentro con "Dios", pero uno no queda con la misma personalidad ni vuelve a reencarnar en Julio César etc. Uno se extingue: nirvana [extinción en sánscrito]
Por eso cada momento "siendo" es increíble [aunque a uno se le complique encontrarle la vuelta para estar bien]

pequeño ofidio dijo...

Sí, sí... Esto es el quemainfierno... La diferencia entre las brasas y el tipo que las revuelve... Esto sería el pentágono y aquello el desierto que explota en el bombardeo... Por supuesto que uno vive en el sucucho de los barrenderos del pentágono. Pero en fin...

fofolfi, el niño abominable dijo...

que nivel la discusion muchachos,muy bien!!!

Bob Chow dijo...

Y aprobó Carlito encima, cerrá el blog zurita, ya están todos los objetivos cumplidos :)

pequeño ofidio dijo...

Ya puedo morir contenta, como Cabral...

pequeño ofidio dijo...

Pero ahora sí, ya comentaste vos, aun con un gesto de desaprobación, no me queda nada más nada más por hacer. Cierro el blog nomás...
Besitos.