Si no hice comentarios sobre la rebelión guachesca no fue por falta de interés, sino todo lo contrario. Ha sido un gran momento para drogarse y percibir.

En una semana pude percibir más cosas que el agente Mulder en toda su carrera. Los expedientes, por supuesto, están sellados.

Lo único que puedo divulgar es una visión de viejas engañadas: ¡Dios mío, Dios mío! ¡Cuánta pobre vieja engañada!