I - Primero pasé por el Chaco. La plaza central de Resistencia está llena de carpas, baderas, fogatas y muchísimos carros y caballos. En la vereda del frente un montón de canas con escudos en posición antidisturbios (sea lo que sea eso).

Aparentemente, según me explican, el vicegobernador declaró que tienen que parar un poco con los reclamos porque ya no se puede andar tranquilo por el centro.
Entonces todas las agrupaciones reclamantes salieron ofendidas a pedir la renuncia del vicegobernador. Hace tres días que hay como mil tipos acampando frente a la casa de gobierno.
Tienen todo mi apoyo. A esos hay que echarlos antes de que terminen de pronunciar la frase, porque después es demasiado tarde. Si lo sabremos nosotros...


II - De ahí pasé a Corrientes. El arzobispo recomendaba no hacer la procesión a la virgencita de Itati para prevenir la gripe A. Sin embargo la gente que está dispuesta a caminar 65 km bajo el sol o la lluvia suele pensar que la virgencita los protegerá. Es más, para eso caminan. Porque la Virgen hace milagros. Así que, ignorando a los hombres de poca fé como el arzobispo, fuimos igual.

Debo confesar que yo fui en auto. Compré yerba para tereré. Un rosario, medallitas, estampitas, torta parrilla y una cinta roja que reza: Virgencita de Itatí protege mi moto.