mis deseos no son órdenes,
es una puta calamidad
pero es peor, infamemente peor,
cuando recuerdo que mis deseos nunca, jamás fueron órdenes
y eso ni se acerca a la catástrofe
de que ya hace mucho, mucho tiempo,
mis deseos renunciaron incluso a la aspiración de ser órdenes
Sin ciclamato
Publicadas por pequeño ofidio a la/s 11:24 p. m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario