Fin de semana.
Visita del padre de mi hija, granjero:
- La liquidamos a Ludmilla. Ahí les traje unos jamones.
- Dáselos a tu hija. Para mí no, que estoy a dieta.
- Jaja... ¿vos también? Yo estoy a lechuguita. Tengo alto el colesterol.
- ¿En serio? ¡Puta que estamos viejos! A mí me dan mal los trigliceridos.
Largo silencio acongojado.
Ruidito de bombilla.
El mate se terminó:
- Y bueno... En unos años nos juntamos a contarnos las operaciones.
Publicadas por pequeño ofidio a la/s 7:22 p. m.
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