Puntos de vista...



Lenvanté el teléfono harta de antemano de lo que iba a oir. El tipo seguía gritando. Creo que llevaba meses sin parar de gritar. Yo estaba tan desesperada que pensé seriamente en abrirle la bragueta y chupársela, sólo para hacerlo callar. Pero estaba al teléfono. Y yo soy absolutamente incapaz de una solución tan inteligente.
Tuve que atender, una vez más, a sus enfáticos puntos de vista:
- ¿Porqué no? –gritaba-. ¿Porqué no la puedo llevar un fin de semana a la playa? ¿Quién sos vos para meterte en eso?
- A mí me parece que no corresponde... –dije agobiada.
- ¿Porqué me tenés que joder ahora? Mirá que yo me acuerdo bien...
- Mirá, a mí me parece que no corresponde que la chica se vaya a la playa con el ex de su hermana... Y menos que menos, en medio de una ruptura tan complicada...
- ¿Y porqué tenés que decidir vos lo que yo quiero? ¿Quién dice qué es lo que corresponde o no corresponde? ¿Porqué lo vas a decidir vos?
En ese momento una voz diferente se derramó en mi cabeza:
- ¡Ajá! -murmuró el bicho muerto- ¡El supermercado de los puntos de vista! A ver, mozo, un punto de vista acá, por favor, bien cargadito... ¡Todo el mundo es inocente de todo! ¿Te querés comer mi pierna derecha? Ah, qué interesante punto de vista... Claro que yo preferiría que no te la comieras, pero no es más que mi punto de vista... La verdad es que si no lo asfixiaste con la almohada mientras podías –susurró en estereo con el telefono-, es porque te lo merecés...
- ¡Ay, no! –me quejé pensando que la cabeza me iba a estallar.
- ¡No qué! –gritó la voz del teléfono-. ¡Todo es no para vos!
- Disculpame, no te lo dije a vos. Mirá, yo entiendo tu punto de vista, pero...
- Ahhhh..... Nooo! –chilló el bicho muerto-: ¡Esto es demasiado!
- En serio, no puedo discutirlo ahora...
- ¿Porqué no podés ahora? ¿Qué, hay que pedirte audiencia? Me vas a escuchar porque...
- Sí, sí. El señor tiene una buena pregunta: ¿quién dice cuál es el punto de vista correcto? ¿el que pega primero? ¿el que pega mejor? ¿O prefieren un duelo con pistolas? No, no, eso no se puede, porque: ¿quién dice cuantos pasos hay que caminar antes de disparar?
- ¡Basta por Dios! –gemí.
- No, no. ¡Basta nada! –rugió el teléfono.
- Sí, sí. ¡Basta, por Dios! –chilló el bicho muerto-. ¡Basta de estupideces! Milenios de jurisprudencia para que un par de idiotas se pongan a rifar puntos de vista por teléfono. ¿A quién se le ocurre? ¿Acaso alguien puede jugar al ajedrez preguntándose quién decide cómo se mueve la torre? ¡Cuestionamientos de pacotilla! ¡Pluralismos imbéciles! ¡Relativismos pusilánimes! Uf... Ahora resulta que el tipo que habla con los marcianos no está equivocado: No, no, ¡es su punto de vista! Hay que aguantarse cualquier mentira, infamia o estupidez: ¡respetemos los puntos de vista..!
No sé cómo terminó el asunto. Creo que me desmayé. Me desperté en el sofá, con el inalámbrico tirado en el piso. El silencio era intenso, blando y confortable. Todavía se podía sentir el aura risueña del bicho muerto en el aire. ¿Qué barbaridad me habrá hecho decir esa bestia?

Posted by Hello

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