La espera

Llevaba un año exiliada en una ciudad ajena y hostil. Un año encerrada en un departamento, estudiando. El balcón, las plantas, la madera oscura y las montañas de papeles apenas alcanzaban a disimular que yo estaba muerta.
El fin de semana, cuando llamé a mi casa, todos estaban exageradamente amables y la vacuidad disolvía la conversación. El lunes me encontré con la noticia en un diario atrasado. El micro había caído al río desde lo alto de una barranca; de noche, sin luna, en plena creciente. La prefectura buscaba los cuerpos río abajo.
Sentí un mareo y un fuerte tirón hacia abajo en el cuerpo. Sentada en el suelo, haciendo un esfuerzo desmesurado para entrar aire en los pulmones, te ví.
Te ví cayendo. Ví tu boca contrayéndose en un gesto reflejo y amargo y ví tus ojos negros dándose por muertos. Yo conocí ese gesto involuntario. Sé que no intentaste nada. Sé que reconociste el momento que habías esperado por años.


Posted by Hello

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