El otro día escuché una de esas notas a gente aterrorizada por los secuestros con que nos atiborran nuestros infatigables periodistas. Una mujer decía con verdadera angustia: “¿Y a mí quien me garantiza la vida? ¿Y quién garantiza la vida de mis hijos?”
Un escalofrío me recorrió la espalda. Era una mujer adulta y me produjo una rara mezcla de pena y vergüenza. Porque si hay una única garantia en el mundo es que ella y sus hijos van a morir. Con toda seguridad, un día u otro, se van a morir.
Entonces pensé en ese destino de presa hipnotizada por su predador. Pensé en la indignidad del miedo. Y en cierto sentido ella tenía razón cuando clamaba: “¡No se puede vivir así!”. Es verdad. Cuando hace falta ser inmortal para parar de temblar, eso ya no es vida.
El miedo indigno
Publicadas por pequeño ofidio a la/s 1:36 a. m.
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6 comentarios:
muy bueno zura, empezando a encontrar registro, me parece
muy bien zura, estas afilando una aproximacion al registro
Creo que si, cualquier angustia siempre remite a la angustia total que es la extinción.
Muy original el approach, salí a contárselo a Andino de América TV.
"Aproximáción al registro" :) suena a Graf Spee hundido y pisado luego por un Godzilla [que su vez lleva a caballito a su hermano Godzilón]
Perdón zurita, no hay action hoy en mi hlog y tengo liberar mi catarata de boludeces quotidienne. :)
Sí, lo de la "aproximación al registro" me mató... use tranquilo Bob
Sí, lo de la "aproximación al registro" me mató... use tranquilo Bob
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