Desde que me gusta la disciplina, no me queda más remedio que portarme peor... jeje...


Descubrí la gramática de los diez mandamientos. La segunda persona es inexorable: "Tú, maldito miserable, tú, no mentirás" Nada de reflexiones morales, ni reglas, ni deberes. "Es una orden, imbécil: no codiciarás."

Mientras tanto, gracias al Señor, todos los que no sean mentirán como beduinos y codiciarán alegremente. Hip!

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