Extraños fenómenos de la lingüistica masculina.
Primero, se presisan cuarenta torturadores para moverlos a hablar de algo que les incumba personalmente.
Apenas arrancada una confesión, los cuarenta torturadores deben suicidarse de inmediato. Ningún oído puede resistirlo.
Procedo solo con un ejemplo:
Luego del cuarto rechazo, el sujeto protesta enérgicamente:
- ¡Vos no me entendés! ¡A mi no me interesa tener sexo con vos! Yo te hablo de formar una familia...
AAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!!
Terroristas
Publicadas por pequeño ofidio a la/s 10:10 a. m.
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