En el pasillo:
- ¡Doctor! ¡Doctor! Disculpe que lo moleste sin turno, pero estoy muy asustada.
- ¿Qué le pasa Carmen?
- Escucho voces, Doctor. Me dicen ¡puta! ¡puta!. Todo el tiempo. Me van a volver loca...
- Está bien. Hizo bien en venir. ¿Cuándo empezaron las voces?
- Hace como tres meses...
- ¡Tres meses! ¿Y cómo no me dijo antes?
- Yo creía que eran los vecinos. Pero esta semana se fueron de viaje. Estoy sola. No hay nadie más en el edificio y me siguen llamando: ¡puta! ¡puta!
Publicadas por pequeño ofidio a la/s 11:52 p. m.
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