Sabrán disculpar la ausencia: estuve incomunicada.

Desde mi celda mugrienta le escribí a una amiga contándole mi desgracia. Terminé la carta tratando de ser amable: "Cuidate. Besos. Kaiten."

A vuelta de correo me llegó la siguiente respuesta:

"¿Porqué me decís que me cuide? ¿Que me cuide de qué? Si sabés algo que yo no sé te pido que me lo digas con claridad."

0 comentarios: