- El sentido de la vida es prepararse para estar muerto mucho tiempo...
Esa frase, que le repetía un padre a su hija adolescente en alguna novela de Faulkner, por supuesto, auguraba un destino trágico.
En fin, así son todos los padres.
Y además, así de estúpidos son los adolescentes. Incapaces de reconocer un gran chiste.
- Mientras los buitres revolotean, se recomiendan actividades de bajo riesgo. Lo mejor sería dedicarse a las apuestas de Nascar, comer helado o rezar el rosario.